En la época actual en la que vivimos, es muy difícil creer que existe un
Dios, o demonios o simplemente criaturas sobrenaturales.
Tendemos a buscar una respuesta científica a hechos fantásticos que puedan
ocurrir en nuestro día a día. Posiblemente, haya mentes más abiertas que crean
en la magia, otros llamados supersticiosos que creen ciegamente en una
existencia todopoderosa o demoniaca, pero lo que está claro es que en esta
época, en este mundo humano, no hay lugar para los hechos paranormales.
Un demonio en esta sociedad no sería tratado como demonio. La gente se
reiría de él por creerse algo que “no existe”, hasta que ese demonio muestre su
“lado oscuro” y entonces, esa gente que se reía de él se seguirán riendo con la
excusa de que eso puede ser magia. Pero claro, si existe la magia, ¿por qué no
creer que existe algo más allá de lo que la ciencia puede explicar?
Mi nombre es Kayoko, soy un demonio que lleva toda su vida viviendo en el
mundo humano, haciéndose pasar por uno de ellos. Con mis 16 años, edad humana,
hago vida normal como cualquier persona de esa edad. Voy al instituto, tengo
mis amigos… Pero tengo que decir, que mi estancia en el mundo humano, no es por
simple placer. A diferencia de los jóvenes con 16 años que quedan con sus
amigos y se lo pasan bien, yo me dedico la gran parte de mi tiempo libre a
trabajar por la seguridad de los humanos.
Mi familia es la tercera más poderosa de todo el infierno, y lleva durante
años luchando por la seguridad de los humanos, protegiéndolos de los demonios
más hostiles. Actualmente soy la única descendiente viva de mi familia y como
tal trabajo para la organización BH, donde todos los que la formamos somos
demonios (salvo algún que otro humano que no le teme a relacionarse con
demonios). Nos dedicamos a salvar a los humanos de los demonios e incluso a los
humanos que son incordiados por otros humanos, y, aunque no se hayan dado
muchos casos, también protegemos a demonios que intentan vivir una vida humana
pero son incordiados por otros humanos o por demonios que se creen superiores.
Los humanos no saben que los que forman la organización BH somos
principalmente demonios, pero ellos nos ven tan increíbles que nos llaman “Policías
infernales”. Para que luego se diga que no se cree en estas cosas.
Patrullar una ciudad en la que la gente no es consciente de que comparten
vida son demonios buenos y malos, se hace complicadísimo a la hora de no parecer
una completa paranoica cuando vas a salvar a alguien que es atacado por un
demonio.
Pero aquí está Kayoko, dispuesta a conseguir un mundo en el que humanos y
demonios puedan convivir sin herirse los unos a los otros.